TESTIMONIOS Y PRENSA

Esther

Mi principal problema con el que lucho cada día es la ansiedad, por eso este taller me iba genial para sacar todo lo malo que tenía en mi cuerpo
y desahogarme con las distintas actividades que nos ponía la profesora. Pues, aunque suene típico, hacer terapia con la música o hacer música con la terapia. Creo que la mezcla es brillante y lo único que puedo decir es que siempre salía de la clase mejor de cómo había entrado.

La clave ha sido conectar con mis compañeros que son maravillosos, y sobre todo con Cristina, que me parece una profesora fascinante, emana
una positividad y una alegría que creo que es fundamental para llevar a cabo cualquier actividad.

Hoy por hoy, me siento más segura de mi misma. Hacía muchísimo tiempo que no actuaba delante de tanta gente, y hoy por hoy, sufro miedo escénico por mis inseguridades, y fue una victoria total.

Si vienes a esta actividad, te lo vas a pasar genial, será muy gratificante para tu salud mental, conectarás contigo mismo y aumentarás tu creatividad. Es muy divertido y muy terapéutico, la gente es estupenda, la profesora también, y las actividades que se realizan son muy originales y sobre todo mejoran tu autoestima y hacen que dejes atrás tus miedos.

Lara

Sabina

Núria

Yo legué a las clases de Cristina sin ninguna expectativa, de hecho no las quería para mí sino para mi hija, pero probamos la primera clase en familia y nos encantó.

Es muy bonita la energía que se crea durante las clases. Consigue que te sientas libre para expresarte de la manera que quieras. Sin críticas, sin evaluaciones, un lugar seguro donde descubrir quien eres y qué quieres expresar.

Nunca pensé que cantaría delante de otras personas y ha resultado muy enriquecedor y además me ha ayudado a ganar confianza en mí misma.

Ahora en casa ponemos mucha música. La escuchamos, la cantamos, la bailamos o la comentamos, pero siempre pasamos buenos ratos y resulta muy buena herramienta para comunicarme y conectar con más con mis hijos. 

Eli

Maguy

Héctor

Mau

Las clases con Cristina han sido muy especiales para mí. Ella ha trabajado con nosotros expresiones corporales, cantos, sonidos, gestos, movimientos improvisados, reflexiones… y todo ha sido con mucho respeto, paciencia y amor.

He aprendido a empatizar mejor con las personas, a saber identificar mis miedos y uno de ellos era “salir al escenario”.

He conseguido tener más confianza y seguridad en mí misma y saber gestionar mis emociones ante cualquier problema.

Mi consejo es: cuando tengamos un problema en la vida y no lo podamos solucionar, hay que pedir ayuda y no nos tiene que dar vergüenza de ello, ya que siempre hay alguien bueno dispuesto a ayudar, ya sea familiar o profesional y hay que ser agradecido no importa cuál haya sido el gesto. Para mi es muy importante agradecer siempre.

Evangelia

Fina

Durant el curs vaig anar experimentant una millora en les aptituds que creia fins aquell moment em faltaven, com era sentir una confiança en la presa de decisions, les quals sempre en tenia dubtes de si era correcte el que feia.

El que vull ressaltar d’aquest curs, va ser la gran varietat de exercicis que varem fer, sigui aprendre a respirar, a cantar, a descobrir les diferent notes de la música, a expressar el que teníem dins nostre i que no solia dir en públic i la nostra forma de actuar en vàries ocasions que es planteixen en la nostra vida quotidiana.

El resultat per a mi ha estat molt positiu doncs he aprés a resoldre favorablement situacions que abans no hagués resol amb la empatia i seguretat que ara ho puc fer.

Ha estat una experiència molt agradable fins i tot varem fer entre tots una cançó de la que ens hem sentit molt orgullosos.

Ho recomano a les persones que volen augmentar la seva estima tant personal com professional.

Albert

En principio pensé que aquello era una locura. Como digo éramos nueve y con edades muy diferentes, ocho, diez, once, catorce años y dos de cuarenta y alguno y otros dos en los que estaba yo, de setenta y tres y setenta y cinco años. A pesar de la diferencia tan grande de edades, nos
acoplamos rápidamente, e hicimos piña. Intentamos comprendernos y ayudarnos unos a otros.

Cada día esperábamos impacientes el momento de ir a la terapia. Aquello no era ir a clase, era ir a descubrir algo nuevo en nuestros logros. Cristina tuvo mucha “culpa” en que nos lo tomáramos con tanta ilusión. Lo difícil era cuando los mayores teníamos que hacer ciertos movimientos, pero con el apoyo de todos lo conseguíamos, con alguna que otra risa. Día tras día me iba dando cuenta que aquel bloqueo iba superándose y mi participación en el grupo era más completa.

Esta terapia me ayudó a superar muchos obstáculos y a valorar más el esfuerzo que también hacían los otros por mí. Me hacían mejor persona. Esta terapia llegó a convertirse en una necesidad. No se bailar, ni siquiera jugar, ni cantar (por mi tiroides), ni se de música, pero era todo tan ameno y sencillo que hasta me atrevía a tirarme al ruedo y cantar las canciones de mi época, que aún guardo escritas.

Creí que no sería capaz, pero aquello logró sacarme totalmente del estrés y hoy me sirve en mi nueva faceta en la vida.

Presto más atención a los demás, y mi cabeza analiza mejor las ideas, con lo cual aumenta mi comprensión en los temas que estoy estudiando. La verdad es que me siento «poderoso». Algo cambió en mí.

Por eso, a todas aquellas personas que sufran algún tipo de problema, de estrés, de timidez, de no saber comunicarse o que se sientan poco valoradas, les recomiendo que asistan a estas terapias con Cristina. Su vida dará un vuelco tan grande, que lo agradecerán toda su vida. Como digo, me he interesado en interesarme por lenguas muy antiguas y mi claridad mental es muy buena, al igual que los resultados.

La terapia de la música y el canto ha sido el regalo más grande que me he hecho en la vida.

Agustí

PRENSA

ESCUELA DE MUSICOTERAPIA RURAL - INSTITUTO DE LAS MUJERES

CERCLE DE VEUS AL CARRER - VINARÒS NEWS

FESTIVAL EPA (ESCOLA D’ADULTS) VINARÒS - CANAL56 - U RÀDIO

VINACAE “EMOCIONES Y TECNOLOGÍA” - GAMESIS 2K23

En esta ponencia hablamos sobre la importancia de cuidar la salud mental durante la adolescencia, etapa en la que las relaciones sociales a través de los videojuegos y las redes sociales son de vital importancia. ¿Hasta qué punto el móvil nos conecta con otros o nos desconecta? Reflexionamos sobre relacionarnos a través de las pantallas, el peligro de cruzar unos límites que en persona no cruzamos por miedo a las consecuencias. 

Desde que tenemos móvil estamos a un clic de hablar con cualquier persona porque siempre hay alguien (o una IA) disponible. El peligro reside en que no sabemos quién hay detrás de la pantalla; no podemos percibir cómo se siente realmente una persona más allá de su comunicación escrita y esto dificulta el desarrollo de habilidades socio-emocionales básicas, necesarias para la prevención de una salud mental positiva. 

En esta ponencia preguntamos a los adolescentes cuáles son sus mayores desafíos a nivel emocional y les damos herramientas prácticas para que eviten llegar al punto de tener comportamientos violentos, aprendiendo a gestionar su rabia, frustración y conflictos de una forma saludable. 

No debemos demonizar los videojuegos ni las redes sociales, sino dar herramientas a los adolescentes y a las familias para aprender a gestionar sus propias mochilas emocionales.

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